Solo...


Solo...

Germán Glennie Graue.

Solo...

cuando respondiendo al metálico llamado, trato de alcanzar el elevador que se me escapa,

cuando subo aprisa tres tramos de la escalera,  para deambular entre la vida y la muerte,

cuando enamorado me fundo entre los brazos de mi amada cirugía.

Solo... 

cuando abro mis libros, te descubro y admirado me deleito en tu perfecta construcción,

cuando cierro mis ojos y atento te escucho hablándome al oído,

cuando por primera vez te acaricié con la mirada, y te acuné entre mis manos.

Solo...

cuando te miré al finalizar tu sempiterno trabajar... día tras día, infatigable amigo,

cuando pude conocerte y saber  lo que te hace ser tal cual tú eres, "una bomba"

cuando al verte entendí lo que significa conocerte, amarte y cuidarte.

Solo...

cuando cuidadosamente detuve tu carrera y te extraje de tu natural refugio,

cuando admirado te di las gracias por tus muchos años de servicio,

cuando te separé del lugar en el que te formaste y del que siempre ha sido tuyo.

Solo...

cuando en silencio, inmóvil, exangüe... te alejé de tu morada natural,

cuando otro vino a

 ocupar tu lugar y tu función,

cuando la vieja sangre ya no riegue tus entrañas.

Solo...

cuando un nuevo corazón despierte en el pecho de aquel hombre,

cuando la sonrisa renazca en su rostro,

cuando se abracen padre e hijo.

Solo...


y solo entonces, podré decir

que el trasplante cardiaco 

fue un éxito.








Comentarios