La maravillosa piedra Rosetta nos cuenta.

SIRIA. 

Acrílico y óleo sobre tabla 120 x 120 centímetros.
Germán Glennie Graue.
artista plástico

Estoy convencido que PINTAR no es solo un acto de creación que deberá reunir ciertos elementos o cumplir con las expectativas de armonía, belleza, color, proporción... Debe  ser un instrumento tan afilado como un escalpelo, tan agudo como un  punzón, tan ardiente como un clavo al rojo vivo... que mueva, que duela, que arrebate, que nos arranque del confort de una vida sin compromiso y sin ideales por los que levantarse a luchar cada día.  Pinté este cuadro SIRIA, como una propuesta ... más bien como la mitad de una propuesta, ya que la otra mitad deberás aportarla tú,  al contemplar este cuadro y preguntarte qué estoy haciendo yo... ¿qué quiero dejar a quien viene detrás de mi? y ojalá que el día de hoy te acuestes a dormir no solo después de contar borreguiles... sino con una sonrisa de haber sembrado una semilla, o sudado a alguien cuando menos a subir un escalón.

SIRIA. Tierra de una cultura ancestral hoy desgarrada por el odio, por intereses que han hecho de una tierra que fue prospera y culta,  ¡una desgracia! Hoy la mano del hermano se ha levantado en una lucha fratricida, en una lucha sin cuartel en donde solo ganará el dolor, el miedo, la ira...  y los rencores quedarán grabados en las pupilas de quienes no fueron tan afortunados para morir.  Y vese obligados a ser testigos de las muertes de quienes un día fueron vecinos, tíos, amigos, hermanos o una persona extraña quien también amó y fue amado, que tuvo ilusiones como tú y como yo. 

Desde hoy y hasta la eternidad quedarán marcadas estas injusticias, bajo la piel escaldada por las armas químicas, en la caricia que ya nunca esa mano perdida regalará a un bebé. En el silencio de una voz sin llanto, la voz callada que grita ¡ayuda! y pareciera que nadie más que él la escucha.  La voz que se escurre sobre el cadáver del hermano, de la hija que muere sin saber qué le ha sucedido, del extraño que por defender a un extraño cae sin vida sobre el suelo mil veces ya ensangrentado. 

Este cuadro, SIRIA quiere ser la súplica de aquellos que perdieron todo incluso la ilusión de vivir,  pues en este caso es mejor morir que vivir sin haber muerto y estar obligado a ser testigo de la propia sangre derramada.

En el alma  del testigo que ha sufrido y al que nadie siquiera le ofrece una mano.  un trozo de pan o una medicina que calme el dolor de su cuerpo mutilado... pues para el alma sólo el llanto y el demencial olvido, el sopor causado por... ¡ya no poder más!  

Ellos los desafortunados sobrevivientes, llevan grabado lo vivido cada día en cada parte de su cuerpo, en sus tejidos y en el DNA de cada una de sus células las más brutales cicatrices causadas por la maldad, la ambición, de quienes por una nimia y absolutamente inmoral recompensa día tras día sacrifican a su pueblo.  

Mas nadie aprende en cabeza ajena y hoy por hoy Ukrania tiene puesta la bota rusa asfixiando cualquier intento de llevar aire fresco a sus pulmones


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